Kunieda Kei es un popular y joven presentador de televisión cuyas personalidades públicas y privadas son tan diferentes que podrían llamarse extremas. Afuera está la imagen de la perfección, apodado cariñosamente «El Príncipe». En el interior está constantemente maldiciendo por toda la incompetencia que lo rodea. Por supuesto, nadie sabe este secreto. Un día, Kei se encuentra con el artista de animación stop-motion Tsuzuki Ushio para una asignación de trabajo y desafortunadamente se encuentra con él más tarde mientras estaba en «modo apagado». Afortunadamente, Tsuzuki no lo reconoce con su sudor desgastado y una máscara facial, pero como compensación por herir el brazo de Tsuzuki, Kei se ve obligado a ayudar con su trabajo…